jueves, 1 de abril de 2010

Declaración del ex monstruo

Antes que nada hago saber que yo sí se escribir la palabra monstruo. Soy la prueba viviente de que alguna vez en un tiempo no muy lejano los seres humanos sabían escribir las palabras sin cometer errores garrafales de ortografía. No es mostro, ni moustro, monstro, ni mucho menos mounstro.

Comedida. Esa palabra jamás me ha descrito. “Hay que ser comedida” decía siempre mi madre. A Dios gracias ya no me lo dice. En fin, gracias a mis actos no mesurados he logrado establecer lo siguiente:

“Si una computadora es súbitamente atacada por un monstruo cibernético, entonces la primeramente mencionada se verá protegida por el uso del raciocinio y las buenas costumbres.”

¡Qué conclusión tan sencilla!

Piensa otra vez. ¿Acaso no me has estado leyendo con anterioridad? Los monstruos cibernéticos no tienen forma de ser controlados. Son en principio formas ininteligibles de nuestra mente que sólo tienen por fin el de interrumpir nuestros procesos de entelequia.

¡Malditos monstruos!