lunes, 24 de agosto de 2009

Eating my insides…

Me siento tan despreocupada a veces, y de pronto la duda me asalta de nuevo. No sé todavía si me he dado cuenta verdaderamente de que eso está mal.

Los cánones sociales en los que fui criada me abofetearían en la cara y me gritarían frenéticamente que sí, coño que sí está mal. Pero igual voy con mi cara bien lavada a fingir que no hago nada incorrecto. A pretender ser inocente y endulzarme la vida con palabras rebuscadas para otro.

Te amo a ti, pero a ti te quiero mucho. Me dan ganas de abrazarte muy fuerte, ¿y eso está mal? Enloquezco de sólo pensarlo. Me desquicia la idea de tenerte a mi lado y únicamente verte. Si pudiera verte…

Quiero hablarte, y contarte qué me ha sucedido. Decirte qué me estás quemando al rojo vivo. Que me deshice entre tus palabras como un pabilo. Que me canso de esta espera estúpida y sin sentido.

Si te viera tal vez tuviese esa respuesta tan preciada a la pregunta que me taladra el cerebro cada vez que veo tu nombre escrito. ¿Es real? ¿Eres real? ¿Esto es real?

Déjame verte, vente, mírame a los ojos y dímelo.

¡Gallo, gallo y mil veces gallo!

domingo, 2 de agosto de 2009

Relatividad de la ley y la moral aplicada a los cómics: No hay nada que me haga más feliz…

Soy como Rorschach :)

Walter Kovacs es un personaje de ficción perteneciente al cómic y película de Watchmen (Los vigilantes). Se trata de un superhéroe o vigilante de seudónimo Rorschach quien cree firmemente en que a lo largo de los años, la manera en que se han aplicado la moral y las leyes en la sociedad ha sido incorrecta. De esta forma, Rorschach sostiene que al momento de combatir el crimen en la sociedad presente en el cómic, dicha aplicación de las leyes y la moral no dan el resultado deseado.

A lo largo de la película se hacen alusiones o regresiones continuas al pasado de Rorschach. En ellas vemos retratado a un Walter Kovacs niño, mucho antes de asumir su identidad secreta de vigilante conocida como Rorschach.

Es importante mencionar que Rorschach desde muy niño vivió en un ambiente familiar disfuncional. Su familia estaba constituida por tan sólo él y su madre. Esta última solía tener numerosos novios, siendo la mayoría de ellos viles aprovechadores de las circunstancias en las que vivía la familia.

Durante la película se puede apreciar una escena en la que un Rorschach niño presencia accidentalmente una escena de fuerte contenido sexual y muy gráfica entre su madre y el entonces novio de ésta. El niño pregunta a su madre si el hombre le estaba haciendo daño, a lo que ésta le responde con una serie de agresiones físicas y verbales muy fuertes. Entre los diálogos de la madre al niño se menciona el hecho de que la madre de Rorschach siempre deseó que hubiese podido abortar al niño, entre otras intervenciones bastante fuertes en el diálogo. Según nos hace comprender la película, este tipo de escenas eran bastante comunes en la vida cotidiana de Rorschach. De igual forma, la relación de Rorschach con los demás niños en el colegio no se realizaba de manera normal. En estas escenas de la juventud del personaje podemos apreciar los primeros momentos de agresividad que realiza el niño de diez años. Ante las amenazas verbales y empujones que le propinan un par de niños del colegio, mucho más altos y fornidos que el pequeño Rorschach, éste les responde de manera completamente agresiva. Los empuja hacia el piso y deja parcialmente ciego a uno con un cigarrillo encendido, mientras que al otro le muerde una parte del rostro.

Este tipo de conductas agresivas -expresadas desde niño y de ahí en delante de manera cotidiana hasta convertirse en adulto-, se apoyan en la base de la teoría de la agresión. Específicamente la Teoría del Aprendizaje Social, ya que en ésta se introduce la posibilidad de una conducta agresiva en un individuo conforme al aprendizaje que se tiene de las conductas agresivas gracias a la observación e imitación. El ambiente familiar de Rorschach estaba plagado de demostraciones continuas de conductas agresivas, tanto por parte de su madre, como de los novios de ésta. Es lógico entonces, pensar que Rorschach desde pequeño aprendió a copiar estas conductas ya que su percepción le permitió internalizar que era algo aceptable comportarse de manera agresiva. Así mismo en el colegio, los demás niños con sus amenazas verabales y físicas hacia Rorschach , permitían que se reforzara su conducta agresiva. Esto cumple con una de las premisas de la Teoría del Aprendizaje Social que enuncia: “Las respuestas agresivas terminan por extinguirse si no son recompensadas”. En este caso, las respuestas agresivas siguen siendo reforzadas de manera continua fuera del ambiente familiar, lo que permite una aparición prolongada de las mismas en el personaje de Rorschach.

Cuando nos encontramos en la película a un Rorschach ya adulto y convertido en superhéroe, todavía se pueden observar una cantidad de conductas agresivas. Esto es lógico ya que desde pequeño –como fue mencionado- se le fueron reforzadas estas conductas tanto en el ambiente familiar como en el ambiente escolar. El Rorschach adulto se ha convertido en superhéroe solamente con la única intención de reformar aquellos aspectos de la sociedad que él cree están erradas.

Cabe destacar que Rorschach en la película reitera en numerosas ocasiones que a su juicio no existen los puntos medios para juzgar a la sociedad. A su parecer el bien y el mal son dos extremos  no debatibles que hacen que su sentido de la moral y la justicia sólo lo vea desde un punto de vista blanco o negro, sin intermedios. Esta percepción tan extrema de las normas sociales y el sentido de la justicia y la moral en la sociedad, hacen que en él mismo se de una frustración bastante acrecentada. Esta frustración tiene origen en la idea de que es imposible para él, como única persona, el combatir esta aplicación inadecuada de las leyes sociales y las normas morales. Sin embargo, a pesar de ello, no descansa en sus intentos por combatir esa disfuncionalidad de la moral, lo cual propicia en realidad su frustración ante la sociedad.
Al comprender entonces que en Rorschach existe una enorme frustración, sus conductas agresivas podrían sustentarse además en otra de las teorías que pretenden dar una explicación a las conductas agresivas. Ésta es la Teoría del impulso, la cual sugiere que la agresividad es producto de condiciones externas que despiertan motivos para dañar a los demás. La hipótesis aplicable en este caso sería lógicamente la de la Frustración-Agresión. La frustración que Rorschach experimenta continuamente con respecto al funcionamiento de la sociedad permite que se propicien en él una serie de actitudes agresivas hacia los individuos que él cataloga como “malos” o indeseables para llevar a cabo esa idea de “limpieza de la sociedad y sus normas” que persigue el personaje.